La solubilidad de una sustancia
es la máxima cantidad de esa sustancia que se puede disolver en cierta cantidad
de disolvente a una temperatura determinada.
Por ejemplo:
- La solubilidad del cloruro de sodio (NaCl) en agua a 20°C es 36,0 g/100 cm3. Esto significa que en 100 cm3 de agua se disuelven como máximo 36,0 g de cloruro de sodio a esa temperatura.
- La solubilidad del cloruro de plata (AgCl) es 1,3·10-5 mol/l. Esto significa que la máxima cantidad de AgCl que podemos disolver en 1l de disolución es de 1,3·10-5 mol, obteniéndose así una disolución saturada.
Así nos encontramos dos tipos de
sales:
- Sales muy solubles en agua, que en disolución acuosa están totalmente disociadas:
NaCl (s)
→
|
Na+(ac) +
|
Cl- (ac)
|
|
[
]0
|
Co
|
0
|
0
|
[ ]f
|
0
|
Co
|
C0
|
Ponemos una sola flecha porque la
sal está totalmente disociada
De forma que, la concentración de
los iones:
[NaCl]o = [Na+]f =[Cl-]f
- Sales muy poco solubles en agua, que en disolución acuosa están parcialmente disociadas:
AgBr (s)
⇆
|
Ag+(ac) +
|
Br- (ac)
|
|
[
]0
|
Co
|
0
|
0
|
[
]e
|
Co -s
|
s
|
s
|
Ponemos una doble flecha porque la sal está
parcialmente disociada, y en el equilibrio tenemos sal sin disolver y iones en
disolución.
De forma que en el equilibrio, la disolución estará saturada y las concentraciones de los iones en
la disolución vendrán dados por kps.
Kps = [Ag+]·[Br-]
Para saber si una sal es soluble o muy poco soluble, solo tenemos que fijarnos en los datos del problema. Hacemos una lectura global y si nos dan Kps, o nos piden calcularla, será una sal poco soluble.
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